Every Court Counts

Every Court Counts
Camilla, Tommee and Fabrizio
La pandemia ha cambiado la forma en la que interactuamos con el juego, para unos más que para otros. A los que no tienen la suerte de tener una cancha en la que practicar sus canastas con asiduidad, la pandemia les ha obligado a crear nuevas soluciones para satisfacer su pasión por el juego. El baloncesto es más que un deporte y tiene el poder de transformar las comunidades de forma positiva. Ahora, más que nunca, los miembros de la comunidad se apoyan mutuamente para encontrar salidas que mantengan viva la cultura. Fabrizio, Tommee y Camilla son jugadores urbanos de Milán («ballers») que han tenido que encontrar maneras interesantes de mejorar el juego en su comunidad con la iniciativa «Raise the Game» y mantenerse así conectados con el juego que aman.
La vida de Camilla quedó absolutamente patas arriba el año pasado. En 2019, se despertaba temprano y difundía su amor por el baloncesto con un proyecto promocional de la escuela. Interactuaba con unos 200 estudiantes cada año, dándoles a conocer el juego y sus reglas básicas. Luego, por la tarde, hacía de entrenadora de minibasket de niños de hasta 12 años y, por la noche, practicaba sola para mejorar su juego. Ahora, esta rutina ha cambiado para siempre. Hoy, se mantiene conectada digitalmente con sus alumnos. «Necesitan ver un rostro lleno de energía para no perder su pasión».
Tommee se enamoró del baloncesto hace cuatro años, después de un viaje a Miami con su padre, del que volvió con todo tipo de merchandising de los Miami Heat. El pasado año arrasó sus sueños, cuando se convirtió en un adolescente que no podía jugar al baloncesto (el juego que amaba) ni mantenerse conectado con sus amigos en la vida real. Continúa perfeccionando sus habilidades como jugador de baloncesto en casa, entrenando en línea, viendo partidos de la NBA y «The Last Dance» una y otra vez. Echa de menos el juego y a sus amigos, pero está tratando de mantenerse conectado con ambos a través de NBA2K, aunque está deseando volver a la cancha. No obstante, se alegra de contar con oportunidades distintas de aprender la historia del juego.
La vida de Fabrizio es el baloncesto. Como periodista de baloncesto y creador de contenidos relacionados con el juego siempre está en ambientes relacionados con él. Solía estar en las canchas, informando de forma simultánea para diferentes plataformas, y, ahora tenía que obtener la información viendo los partidos en la televisión e informando a distancia. El cambio ha sido aún más radical ahora que el clima no le permite salir de su estudio a los parques locales a sacar fotos de los jugadores. Mantiene su pasión por el juego viva entrenando en casa, leyendo libros de leyendas del baloncesto y viendo partidos. Está deseando que llegue el momento de poder volver a interactuar con sus ídolos.
Todos seguimos haciendo ajustes para mantener viva la llama y la pasión por el juego, y esperamos con ansia el día en que los partidos vuelvan a ser parte normal del día a día. Hasta entonces, todos seguiremos apoyándonos mutuamente siempre que podamos.
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Eddie
«Pienso en el baloncesto constantemente; lo vivo a cada momento y lo consumo a destajo».
Con la proliferación generalizada de las redes sociales, la conexión entre los fans y el juego nunca ha sido mayor, y esto permite a personas como Eddie David crear su propia huella al participar en la iniciativa «Raise the Game». Los creadores de contenido independientes como Eddie están dando sus propias opiniones sobre el baloncesto, gracias a contar con acceso instantáneo a una base de fans que anhela un análisis auténtico y centrado en los verdaderos aficionados al juego.
Durante la pandemia, el mayor deseo de conexión en torno al juego propició el crecimiento de muchas más audiencias relacionadas con contenidos de distintos creadores independientes. Para alguien como Eddie, obsesionado con el baloncesto, las plataformas digitales le dan una salida para compartir su pasión con otros aficionados afines. «En el día a día, mi relación con el baloncesto lo ocupa todo», explicó Eddie. «Pienso en el baloncesto constantemente; lo vivo a cada momento y lo consumo a destajo. En pocas palabras, mi relación con el baloncesto como fan puede ser abrumadora para ciertas personas».
Reconoce la necesidad de estar presente en todos los lugares en los que se encuentre su audiencia, así como en todas las plataformas, ya sea Instagram, YouTube, Twitch, TikTok, o Twitter.
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Y, aunque las plataformas en las que estaba no cambiaron por la COVID-19, se vio obligado a aportar nuevas ideas innovadoras para mantener la participación de su comunidad. «Ya utilizaba las redes sociales básicas», señaló. «Sin embargo, aporte nuevos conceptos, sí». Empecé un podcast, un programa de Twitch en directo en el que hablamos de la NBA, etc. El trabajo que la NBA hizo para crear la burbuja fue enorme, así que traté de inspirarme en eso».
Ya sea con sus vídeos de reacción, compartiendo sus conocimientos sobre los diferentes jugadores de la NBA, como el contenido que ha publicado recientemente sobre la última promesa del baloncesto francés, Killian Hayes, o rindiendo homenaje a Kobe después de su trágico fallecimiento a principios de 2020, Eddie se mantiene al tanto de los temas de moda que su audiencia quiere escuchar de él. «Hablo mucho», admite. «Así que, transmito mis conocimientos hablando del juego o compartiendo mi opinión. Tan pronto como ocurre algo o empiezan a oírse rumores de cualquier cosa, hablo al instante sobre el tema y doy mi opinión».
Además, gracias a que más aficionados tienen voz, y, en muchos casos, una vía directa para comunicarse con los jugadores, Eddie espera que la conexión entre estos y los aficionados continúe fortaleciéndose. «Me gustaría que hubiera más interacción entre jugadores y aficionados», concluyó. «Hay mucha interacción entre los jugadores y los medios de comunicación, pero queremos que dicha interacción se dé también entre los jugadores y los aficionados, porque son estos últimos los aportan fama y riqueza a los jugadores».
La interacción se incrementará a medida que más fans sigan el ejemplo de Eddie y creen sus propios canales para cubrir todos los aspectos del juego, abriéndolo a nuevas audiencias y manteniendo el crecimiento continuo del baloncesto a nivel mundial.
Every Game Counts.
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Marie
«Me gustaría que hubiera más representación femenina en el mundo del basket».
Una característica innegable del baloncesto es su capacidad para situarse en el centro de la intersección entre la moda, el estilo de vida y la cultura, y Marie Cooles es una de las personas que contribuyen a conectar todos estos aspectos.
Marie se mudó a París desde Angers en 2019 para estudiar su máster en marketing digital, del que hace ahora buen uso en su canal de YouTube, que se acerca rápidamente a los 200 000 suscriptores.
La moda ha estado en el centro de todo lo que hace, retomando una tendencia que ha crecido en todo el mundo del baloncesto en los últimos años, con cuentas como la de SLAM's leaguefits, que muestra la ropa que llevan los jugadores fuera de la cancha, y marcas de alto perfil como Louis Vuitton, que se ha asociado formalmente con la NBA, y Dior, vinculada actualmente con Jordan Brand. Ha abierto el baloncesto a un público completamente nuevo, donde los looks han cobrado ya tanta importancia como el juego.
La creadora de contenido digital, que publica en YouTube con el pseudónimo de 'Mariecooles' , comparte lookbooks, conjuntos, peinados, preguntas y respuestas, así como listas de reproducción, y todo relacionado siempre con el baloncesto, un elemento incluso más presente en su Instagram. Instagram. «El baloncesto es un deporte que me permite sobrepasar mis límites y superarme», comentó. «Ganemos o perdamos, lo hacemos todos juntos, porque es un deporte de equipo».
Durante el confinamiento, además de dedicar más horas a jugar al NBA 2K, Cooles fue testigo de cómo crecía la tendencia hacia una ropa más cómoda, por el tiempo que pasaba la gente dentro de casa, pero a ella el estilo holgado no le resultó nada nuevo, al estar acostumbrada por la ropa que usaba para jugar al baloncesto. «Mucha gente empezó a vestirse con prendas más cómodas», observó. «Sin embargo, para mí todo seguía igual, porque yo uso siempre esa ropa para jugar a baloncesto. No puedo decir que fuera un cambio importante para mí». "I love everything about basketball. As a result, I try to incorporate basketball into my style. "On my Instagram account, I try to link basketball with urban style. People really like it."
En un espacio dominado históricamente por los hombres, la creación de contenidos de Marie contribuye a la iniciativa «Raise the Game» de llevar el juego al siguiente nivel en lo que respecta a la representación femenina en el deporte a través de la moda y la cultura del baloncesto. Sus vínculos con el baloncesto cuentan con una extensa historia familiar, ya que su padre y ambos hermanos jugaban y sentían una pasión contagiosa por el juego, lo que le hizo coger una pelota por primera vez. Mientras crecía, se sucedieron los viajes familiares para ver jugar al equipo profesional local de primera división, el Cholet, lo que hacía que la pasión por el baloncesto de Marie aumentara día tras día.
París siempre ha sido el epicentro de las tendencias del baloncesto, la moda y la cultura en Francia, y a Marie le gustaría ayudar a formar parte de un movimiento para difundirlo en otras partes del país, como, por ejemplo, en el lugar donde creció. «La cultura del baloncesto está muy centrada en París», explicó la joven de 22 años. «Vengo de una zona rural, y me gustaría ver desarrollarse la cultura del baloncesto en otras partes de Francia, no solo en París. Además, la moda femenina en torno al baloncesto también necesita un empujón. Me gustaría que hubiera más representación femenina en el mundo del basket».
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Elias
«Durante el confinamiento, me levantaba a las seis de la mañana para ir a entrenar sin tener problemas con las autoridades».
Ha surgido la preocupación de que toda una generación de jugadores pueda perder un año completo de su desarrollo, pero, si los miembros de dicha generación tienen la misma ética de trabajo y determinación que Elias, está claro que todavía conseguirán llevar el juego a otro nivel, como predica la iniciativa «Raise the Game».
El confinamiento trajo el cierre de las canchas y, en algunos casos extremos, su eliminación o su bloqueo absoluto para evitar que los jugadores las usaran para practicar. Esto hizo que jugadores como Elias tuvieran que buscar soluciones creativas para mantenerse en forma y asegurarse de continuar desarrollando sus habilidades.
Vídeo de Elias Aunque sus propias aspiraciones profesionales en el mundo del baloncesto se vieron truncadas por una lesión, de la que llegó a oír que podría hacer que tal vez nunca pudiera volver a caminar, esto no le ha impedido jugar y entrenar tanto como puede. «Durante el confinamiento, me levantaba a las seis de la mañana para ir a entrenar sin tener problemas con las autoridades», nos confesó Elias. «Después del entrenamiento, volvía a casa alrededor de las ocho y seguía durmiendo. Lo hacía todos los días».
Para algunos jugadores, mantenerse en plena forma ha implicado incursiones en las canchas cuando no hay nadie; para aquellos con espacio suficiente, ha significado comprar un canasta para su jardín trasero; y, para los que no tienen ese privilegio, ha implicado practicar el manejo de la pelota en casa, así como conectarse con entrenadores y compañeros de equipo a través de Zoom.
Every Court Counts.
Elias es muy consciente de la cultura creada alrededor del baloncesto, y sabe que va mucho más allá de lo que sucede dentro de las cuatro líneas de las canchas. Trabaja para Overtime France, una de las mayores comunidades de redes sociales online centradas en el baloncesto, que se centra, principalmente, en los jugadores más jóvenes, ayudando así a hacer crecer la cultura. «Existe una cultura integral creada en torno a la NBA», explica Elias. «No seamos tan estrechos de miras de pensar que solo se trata del balón y la canasta. El baloncesto va más allá de la NBA. Es una cultura integral y enorme que merece ser vivida al máximo». Y, tal y como él lo ve, parte de su deber es hacer crecer dicha cultura compartiendo sus conocimientos con la siguiente generación.
Ha permanecido conectado con los aficionados de base durante todo el confinamiento, principalmente a través de su cuenta de Instagram su cuenta de Instagram, donde se relaciona con sus seguidores y comparte clips, al haber tenido tiempo para ver partidos de archivo durante la pandemia. «Intento transmitir mis conocimientos a jóvenes como yo», afirma entusiasmado el parisino. «No hay que limitarse a las canchas, también hay que decirles que hay algo más que eso. Hay que decirles que pueden ayudar a alguien a desarrollarse y educarse a través del deporte. El deporte no se limita a la competición. También trata de esperanza, solidaridad y de compartir».
Como parte de esta iniciativa, Elias quiere ver cómo la cultura del baloncesto se extiende por toda Francia, en lugar de estar tan centrada en París. «Me gustaría ver muchos más eventos en toda Francia, no solo en París. Tengo la suerte de estar en París, pero tengo amigos que viven un poco lejos de la capital y se aburren por la falta de eventos». Cuando pase la pandemia, Elias solo tiene un objetivo: «Quiero estar en todas partes», concluyó. «Quiero estar presente en cada evento. No es para ganar notoriedad, sino para acumular tanta exposición y experiencia como sea posible para poder transmitírselas a los demás». Con personajes como Elias en las canchas, sabemos que el juego está en buenas manos.
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Diandra Tchatchouang
«Creo que mi papel como jugadora profesional de baloncesto va más allá del deporte».
Olvidémonos de su fichaje por Maryland, de las tres medallas de plata europeas de sus 67 partidos con la selección nacional francesa, o de los títulos de clubes nacionales y europeos; es fuera de la cancha donde Diandra Tchatchouang realmente está llevando el juego al siguiente nivel con la premisa «Raise The Game». La alero-pívot del Bourges, de 29 años, es más que una atleta. Hace malabares combinando su carrera deportiva con sus estudios, centrados en las ciencias políticas y el periodismo, y ha sido una de las figuras más importantes del activismo social, devolviendo a su comunidad lo que ha recibido de ella desde que ha tenido una plataforma para poder hacerlo. «Por mucho que devuelva a mi comunidad, nunca será suficiente, porque lleva invirtiendo y creyendo en mí desde pequeña», comentó Tchatchouang.
«Compartiendo, intento ayudar a los más desfavorecidos, especialmente a las chicas jóvenes». La necesidad de una mayor representación y participación femenina en todos los aspectos del juego es primordial, y, aunque se están haciendo avances como el de Becky Hammon como entrenadora de los San Antonio Spurs, más mujeres jóvenes necesitan creer que este mundo está al alcance de sus manos.
El programa «Nike Take Your Shot» ayudó a hacer exactamente eso, inspirando a las mujeres jóvenes a perseguir sus sueños mientras Tchathouang y otras mujeres de éxito de diferentes deportes y orígenes dedicaban tiempo a actuar como mentoras de la siguiente generación.
Pertenece al comité de atletas para los Juegos Olímpicos de París 2024, donde se ha centrado en mejorar la experiencia de los atletas en la villa olímpica y también en formar a los jóvenes para que aprendan una lengua extranjera que les permita trabajar durante los Juegos. Además, tiene su propio podcast, «Super Humains», para compartir las experiencias de los atletas que han superado dificultades en sus vidas.
Durante 2020, ha defendido como cuestión personal el movimiento «Black Lives Matter» y se ha dedicado a combatir las injusticias raciales en todo el mundo. Ya sea en sus estudios, sus programas de empoderamiento juvenil femenino, sus podcasts o su papel como activista, Diandra se asegura de que cada aspecto marque la diferencia, porque «Every Court Counts». «Tengo una plataforma y es importante defender a aquellos que no gozan de la misma suerte», declara Tchatchouang, haciéndose eco de la postura de los jugadores de baloncesto de todo el mundo.
«Es más que baloncesto. Es importante hablar sobre cuestiones sociales y demostrar que no estamos en una caja, asilados e ignorando lo que ocurre a nuestro alrededor. «Me gustaría que hubiera más solidaridad. Por encima de todo, es un deporte de equipo. Ese sentimiento de compartir, de ayudar a los demás, de estar ahí para todos. Para mí, eso es lo que marca la diferencia: solidaridad y espíritu de equipo».
Además, con la pandemia, que ha traído no solo una crisis de salud, sino una crisis económica y social, la comunidad global del baloncesto necesita que personas como Tchatchouang sigan defendiendo su posición y mejorando sus estándares. «Para mí, subir el listón es dar lo máximo, independientemente de las circunstancias, ya sea en la cancha o fuera de ella», declaró.
Nuestro papel como jugadores de baloncesto va más allá de la cancha. Tienes que subir el listón en todo: desde la cancha hasta el barrio». Históricamente, el baloncesto ha estado, y sigue estando, a la vanguardia del impacto que el deporte puede tener más allá de sus límites, y con la participación de personas como Diandra Tchatchouang, estamos seguros de que continuará siendo así.
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BrokyBrawks
«El baloncesto es un deporte que me hace sentir emociones que no siento con otros».
Brawks ha formado parte del grupo que ha propiciado el aumento del número de jugadores y espectadores de las retransmisiones del NBA 2K durante toda la pandemia mundial para «Raise The Game» y llevar el juego al siguiente nivel, ya que la gente se ha quedado en casa y ha buscado compartir las canastas de otra forma. He sees his role to elevate and expand the influence of Francés basketball culture to his online audience which currently stands at close to half a million. «El baloncesto es un deporte excepcional, y me inspira a ser mejor cada día», declara un entusiasta Brawks. «Así que hago todo lo que puedo para hacer que la gente descubra el universo del baloncesto, tanto dentro como fuera del juego, a través de mi estilo de vida»
No son solo las retransmisiones de los partidos virtuales, Brawks también comparte fotos de sus últimos ataques, y de él jugando en Instagram. Y, a pesar de su gran audiencia, Brawks no lo hace por la fama o el dinero, sino por la pasión por el juego. Brawks, inspirado por la ética de trabajo y la longevidad de LeBron James, de quien ha sido un fan incondicional desde la infancia, lleva su mensaje a Twitch, transmitiendo su amor por el baloncesto a otros 2Kers que no podían salir a las canchas al aire libre y necesitaban encontrar otras formas de mejorar su juego.
Es la prueba viviente de que nuestra campaña es cierta, «Every Court Counts».
«Para nosotros, los que hacemos retransmisiones en línea, el confinamiento fue muy beneficioso, ya que mucha gente se vio literalmente "atrapada" en casa», declara BrokyBrawks, quien también es embajador del Team Vitality, uno de los equipos de e-sports líderes en Francia. «Muchas personas no sabían qué hacer, así que descubrieron Twitch. Esto nos dio a conocer a una gran comunidad».
Lo cierto es que «gran» es una subestimación, ya que la comunidad de adeptos a sus retransmisiones en línea continúa creciendo exponencialmente y proporcionando una vía de escape viable para millones de personas que se han visto obligadas a quedarse en casa. «Jugué mucho al baloncesto con mis amigos en el gimnasio. Ahora, los gimnasios estaban cerrados, y tuvimos que dejar de jugar. ¡Por suerte, están los videojuegos; NBA 2K que me salvó la vida!».
La NBA, una de las organizaciones con más visión de futuro del planeta, fue la primera liga deportiva profesional que declaró un confinamiento a nivel mundial en respuesta a la COVID-19, en marzo, antes de regresar en formato «burbuja» para completar la temporada, por no hablar del lanzamiento de la NBA 2K21 hacia finales de año; una auténtica alegría para Brawks y sus amigos.
«El regreso de la NBA durante las vacaciones fue estupendo. Que se reanudaran los partidos de la NBA fue algo increíblemente positivo para nosotros. Seguí jugando con mis videojuegos y viendo partidos antiguos en YouTube. Fue un poco difícil, pero todos sabemos que, a veces, tenemos que hacer sacrificios».
Los esfuerzos de Brawks y del resto de la comunidad de videojuegos hicieron que Twitch, la plataforma de retransmisión de videojuegos más popular, pasara a tener 1490 millones de horas de juego vistas en abril, lo que supone un aumento del 50 % con respecto a marzo.
BrokyBrawks tiene como objetivo hacer crecer y compartir su amor por las canastas con los demás y fomentar su inclusión en la comunidad del baloncesto, independientemente de si tiene que hacerlo en línea o en la vida real.
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Every Court Counts
No importa si tu cancha es la esquina de la calle, la comunidad, la consola, un lienzo o tu ropa, tus esfuerzos para llevar tus acciones al siguiente nivel y «Raise The Game» cuentan.
En los últimos 12 meses hemos sido testigos de cómo el mundo del baloncesto se unía y se conectaba de maneras que no habíamos visto antes, a medida que la gente buscaba nuevas formas de conexión después de que la pandemia mundial eliminara las opciones de reunión en torno al juego que todos amamos.
Había llegado la nueva normalidad.
Los entrenamientos de equipo en Zoom, en tu salón o jardín trasero, se han convertido en algo muy común; la transmisión en línea y el consumo de juegos como el NBA 2K han crecido exponencialmente. Los diseños hechos para las canchas se han transformado en ropa de estar por casa, los proyectos creativos que la gente ha estado posponiendo durante años han cobrado vida, mientras que los partidos de baloncesto a puerta cerrada han reunido virtualmente a los aficionados y se han utilizado para llamar la atención mundial sobre el movimiento «Black Lives Matter» y las injusticias raciales.
El baloncesto se ha convertido en una fuerza para hacer el bien en formas que otros deportes son incapaces de igualar.
La comunidad del baloncesto acoge a todos los que han recibido la «llamada» del juego y, a continuación, te presentamos a cinco personas que comparten el espíritu y crean sus propias conmociones en el mundo de la cultura.
Every Court Counts.